Trastorno De Ansiedad En La Infancia
En cada etapa de vida se producen cambios, éstos en ocasiones son paulatinos y casi imperceptibles; sin embargo se ha detectado que si durante la infancia ocurren cambios desfavorables a nivel biológico, emocional, afectivo, cognitivo y conductual se pueden afectar tanto el curso de la adolescencia como de la vida adulta.
Es por ello que resulta relevante conocer que en la infancia los trastornos de ansiedad (TA) son la patología psiquiátrica de mayor frecuencia, ya que los estudios epidemiológicos demuestran que entre el 6 y el 20 % de los niños y adolescentes presentan alguno de estos trastornos (INR, 2022).
Un trastorno se puede definir como un conjunto de síntomas o manifestaciones de conducta, cognitivas y/o emocionales que afectan diferentes áreas de la vida de la persona impidiéndoles vivir con normalidad y generando un alto grado de malestar (Monforte, 2019).
En relación a los trastornos de ansiedad se pueden identificar miedos, fobias, dificultades para separarse del adulto o de sus figuras primarias de apego y para entenderlos de una mejor manera se menciona la clasificación de los tipos de ansiedad que se pueden presentar en la infancia:
- Trastorno de Ansiedad por separación (TAS): Un temor extremo de ser separado del hogar o de la persona principal que lo cuida.
- Trastorno de Ansiedad generalizada (TAG): toma un espacio y un tiempo corto, pero suficiente para recordar a esa persona, ese lugar o esa experiencia y abrázala, agradece lo compartido y deja fluir tus emociones.
- Fobia Social: Temor excesivo a ser evaluado negativamente, a ser rechazado, humillado o avergonzado frente a los demás.
- Fobias Específicas: Ruidos del viento, oscuridad, animales, alturas, elevadores, relámpagos, etc.
- Trastorno de Pánico con o sin Agorafobia: Busca a aquellas personas que te hacen sentir bien, aquellas que te suman y motivan. Sal y conoce gente nueva. Intenta estar rodeado de gente y crea nuevas experiencias.
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Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC): presencia de obsesiones o compulsiones que el niño siente que no puede controlar y que son lo suficientemente graves como para interferir en las actividades de su vida diaria.
Las obsesiones son pensamientos reiterados e indeseados que a menudo se relacionan con miedos de contaminación y las compulsiones son conductas reiteradas y sin sentido, que se manifiestan para intentar neutralizar pensamientos o impulsos; ejemplos de ello, pueden ser los rituales de control y lavado de manos constante en los niños o bien desempeñarse satisfactoriamente a nivel académico pero tener dificultad para realizar sus tareas, ya que suelen necesitar que todo salga perfecto.
¿Cuál es el origen de los trastornos de ansiedad?
Las investigaciones sugieren que existen factores biológicos hereditarios, psicológicos y sociales que pueden tener un papel predisponente en el desarrollo de este trastorno.
Los factores biológicos tienen que ver con la probable disfunción de diferentes sistemas de neurotransmisores, principalmente el de la dopamina, la serotonina y el GABA, los cuales se sabe que regulan el estado de ánimo y el comportamiento.
Las alteraciones psicológicas pueden desencadenarse en menores expuestos a situaciones altamente estresantes que incrementan el nivel de ansiedad.
Y a nivel social las presiones o los temores intensos de ser ridiculizados, observados o a ser juzgados también puede detonar la aparición de la ansiedad.
¿Cómo empiezan a manifestarse?
Es común que los menores inicien con síntomas relacionados con dolor de estómago, sudoración, náuseas, deseos constantes de ir al baño, evitar asistir a determinados lugares o a tener contacto con animales específicos.
¿Cuál es la importancia de su detección temprana?
La evaluación oportuna de la ansiedad permite identificar los síntomas que experimenta cada menor para diseñar un tratamiento basado en sus necesidades particulares con la finalidad de minimizar el impacto de los malestares ocasionados por la ansiedad; ya que la evolución de los síntomas sin tratamiento puede derivar en serias repercusiones negativas en el funcionamiento académico, social y familiar de los niños, interfiriendo de forma importante en su desarrollo.
¿Qué especialistas pueden ayudar a su tratamiento?
Es muy común que los padres asistan en primera instancia al médico general o al pediatra para tratar los síntomas físicos; posteriormente son derivados por éstos u otros profesionales o hasta por familiares, conocidos o vecinos a consulta psicológica donde se evalúan los síntomas del menor para determinar en conjunto con los padres si es necesario trabajar en conjunto con el psidopsiquiatra quien es el médico capacitado para diagnosticar y tratar aquellas enfermedades mentales específicas de la infancia y adolescencia.
¿Cuáles son algunos objetivos de la terapia psicológica infantil relacionada con la atención de los trastornos de ansiedad?
- Entrenar a los padres en respuestas adecuadas de empatía y para que no minimicen la relevancia de los síntomas.
- Enseñar a los padres en cómo dar seguridad a su hijo(a).
- Cambiar el estilo de pensamiento del menor con la finalidad de lograr que el menor considere la situación amenazante como un problema a resolver.
- El o la terapeuta lo acompaña en la situación que le produce ansiedad y le enseña estrategias para afrontar los síntomas de su ansiedad.
Una vez que se han dado a conocer de forma general las alteraciones ocasionadas por los trastornos de ansiedad en la infancia se invita a nuestros lectores a que cuando detecten alguna alteración relacionada con la ansiedad será un buen tiempo para que te contactes con nosotros a CREC donde contamos con un equipo de psicólogas especialistas en el área infantil que pueden ofrecerte un tratamiento eficaz y oportuno.
REFERENCIAS:
● Boletín Médico e Informativo del Instituto Nacional de Rehabilitación. Núm. 96, Nov-Dic 2022.
● Cárdenas, et al. (2010). Guía Clínica para los Trastornos de Ansiedad en Niños y Adolescentes. Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.
● Monforte, E. (2019). Enfermedades psicológicas o trastornos más comunes durante la infancia.
● Gutiérrez, et al. (2018). Tratamiento cognitivo-conductual en trastornos de ansiedad infantil. Psicología y Salud, Vol. 28, Núm. 2: 177-186, julio-diciembre de 2018.